En nuestra serie “Retratos AtremoPlus”, donde compartimos historias inspiradoras de personas que utilizan nuestro complemento alimenticio, hoy le damos la palabra a alguien que afronta la vida con valentía y resiliencia.
Lorenz, maestro carpintero de 67 años, ha dedicado su vida al trabajo. Tras más de 45 años en una profesión tan exigente como honorable, estaba a punto de disfrutar de su merecida jubilación.
Pero entonces llegó el diagnóstico de Parkinson… y trastocó todos sus planes.
“Me lo había imaginado de una forma muy distinta…”, nos cuenta.

Lorenz, 67 años – Una vida de duro trabajo y luego, el diagnóstico de Parkinson
Desde joven, Lorenz trabajó en las alturas, sobre tejados, siempre en equilibrio entre la precisión técnica y la responsabilidad estructural.
“No se trataba solo de trabajar la madera, sino también de asegurar que el tejado resistiera tormentas y la carga de nieve”, explica.
Con su propia empresa, construyó unos 650 tejados, siempre con atención al detalle, como muestran estas dos fotos.

Hasta el día en que una actividad completamente cotidiana –podar un seto– lo cambió todo.
“Mi mano izquierda empezó a temblar. Fue extraño, no lo entendía”, recuerda.
Tras varios exámenes, llegó el diagnóstico: Parkinson.
Decidió llevar esta carga en silencio.
“Lo afronté solo. No está en mi naturaleza hablar de mis preocupaciones –y mucho menos acudir a un grupo de apoyo. Pero la carga está ahí, tanto física como emocional… Sientes cómo esta enfermedad va debilitando el cuerpo”, afirma.
Ayuda desde la naturaleza
Dos años después, su médico de cabecera le recomendó un complemento alimenticio natural, bien tolerado y clínicamente probado: AtremoPlus.
“El consejo de mi médico me convenció de inmediato. Estaba entusiasmado, porque no me gustan los medicamentos sintéticos. Siempre me he sentido más atraído por soluciones naturales”, nos dice Lorenz.
Así descubrió AtremoPlus, una fuente vegetal de L-Dopa/Carbidopa extraída del haba (Vicia faba), estandarizada para asegurar una dosificación segura y precisa. Comenzó a tomarla en junio de 2024 como complemento a su tratamiento habitual contra el Parkinson, con la esperanza de mejorar su calidad de vida.
“Empecé con cuidado: 10 gramos al día, divididos en dos dosis. Siempre mezclado con puré de manzana –así me funciona mejor”, explica.
Los efectos no fueron inmediatos, pero los primeros signos positivos no tardaron en aparecer.
“En mi caso, tardó unas dos semanas. Pero después me sentí mejor en general, y desde entonces, los efectos han ido aumentando”, relata.
Recuperar el control del propio cuerpo
“El temblor que me llevó al médico desapareció por completo”, dice satisfecho.
Y se presentó otra mejora inesperada:
“No podía estar sentado mucho tiempo, tenía que levantarme constantemente. Hoy puedo permanecer sentado durante más tiempo”.
Su forma de caminar se ha vuelto más fluida, y los episodios de ‘freezing’ –como se conocen en la comunidad de Parkinson– son menos frecuentes:
“Ya no tengo esos bloqueos al caminar con tanta frecuencia. Es un alivio. Cuando el cuerpo deja de responder, no solo es molesto, también es estresante”.
Incluso su motricidad fina ha mejorado:
“Puedo volver a abotonarme la camisa sin problema. Puede parecer trivial, pero para mí es un paso importante hacia la autonomía”, afirma.
Y añade con convicción:
“Recuperar la motricidad fina significa recuperar independencia en la vida diaria. Esta independencia a menudo depende de pequeños gestos cotidianos, que solo valoramos cuando ya no podemos hacerlos”.
“También es destacable”, añade Lorenz, “que AtremoPlus ayuda a que el efecto de los medicamentos dure más tiempo”.
Alivio del dolor… y algo más
Uno de los síntomas más comunes pero menos conocidos del Parkinson es el dolor crónico. Y toda una vida como carpintero ha dejado huella.
“Tenía dolor crónico de espalda. Con AtremoPlus ha mejorado”, dice aliviado.
Para muchas personas, esta reducción del dolor puede desencadenar un círculo virtuoso: menos dolor mejora el sueño, facilita la recuperación física y mejora así la calidad de vida durante el día. Lorenz comenta: “Ya no tengo esos ataques de sueño intensos que eran especialmente molestos”.
Esta mejora del dolor, confirmada por muchos usuarios de AtremoPlus, probablemente se deba a los principios activos de la planta Vicia faba, cuyas propiedades antioxidantes están bien documentadas. Al contrarrestar el estrés oxidativo y la inflamación crónica, puede ayudar a aliviar dolores persistentes –a menudo resultado de procesos inflamatorios. Cuando la inflamación disminuye, el dolor también suele desaparecer.
Efectos más allá del cuerpo
Los efectos positivos se notan también a nivel cognitivo y emocional.
“Tengo la mente más clara, mi estado de ánimo es más estable. Me siento menos cansado. Uno tiene una actitud más positiva, incluso se ríe más seguido”, celebra Lorenz. “Es una buena señal”.
Incluso su rostro, antes algo rígido, vuelve a mostrar más expresión:
“No es solo importante para nosotros –también lo es para nuestros seres queridos. Si la cara no muestra emociones, la gente piensa que uno está de mal humor –aunque no sea así”.
Conviene recordar que el rostro está formado por muchos pequeños músculos. Si el Parkinson provoca rigidez muscular en las piernas, los brazos o el tronco, también puede afectar a la musculatura facial. Este fenómeno, conocido como “rostro enmascarado”, es poco conocido, pero muy real –y puede dificultar la vida social, tanto para quienes lo padecen como para su entorno.
Una mejora visible –también desde fuera
Uno se acostumbra rápido a los avances –tanto, que a veces se olvida del terreno que ya ha recuperado.
A menudo, son otras personas –especialmente aquellas que no lo ven todos los días– quienes notan primero las mejoras.
“Mi médico lo notó de inmediato: me dijo que me veía con más energía… y tenía razón”.
Y Lorenz también lo percibe con claridad:
“Si dejo de tomar AtremoPlus unos días, noto enseguida que me falta algo”, dice con una sonrisa.
Una rutina sencilla y eficaz
Lorenz ha encontrado una rutina que le funciona mejor:
10 gramos al día, divididos entre las 10h y las 16h, siempre separados de las comidas y preferiblemente antes.
“Lo más importante es mantenerse activo. Moverse, comer sano, hacer ejercicios”, aconseja con pragmatismo.
Muchos comentan que AtremoPlus facilita el día a día y proporciona más energía y vitalidad. A todos los que aún dudan, Lorenz les envía un mensaje claro y alentador:
“Este producto merece una oportunidad”.
En AtremoPlus, celebramos los avances que ha experimentado Lorenz –más aún sabiendo que todo empezó con el consejo de su médico.
En este sentido, es interesante observar que, a pesar de algunas reservas dentro del ámbito médico, cada vez más profesionales de la salud –médicos de cabecera, neurólogos y también naturópatas– recomiendan hoy AtremoPlus.
En la gran mayoría de los casos, AtremoPlus se utiliza como complemento a la medicación para el Parkinson, ajustando las dosis progresivamente. Muchos profesionales reportan que puede permitir una reducción de los medicamentos químicos del 25 al 50 %, manteniendo una eficacia clínica estable. A menudo se observan no solo mejoras rápidas, sino también una estabilidad a largo plazo –para algunos usuarios de AtremoPlus, durante más de nueve años– sin aumentos significativos en la dosis, lo cual es notable en una enfermedad progresiva como el Parkinson.
Agradecemos de corazón a Lorenz por compartir su inspirador testimonio y le deseamos a usted también progresos significativos en su camino.
Hasta pronto, con más información sobre nuestro complemento alimenticio natural AtremoPlus.
Este contenido puede ser importante para las personas que necesitan esta solución natural. ¡Gracias por compartir!
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Aviso de exención de responsabilidad: Tenga en cuenta que este blog proporciona información sobre nuestro suplemento dietético AtremoPlus y temas relacionados.
Este blog no está destinado a proporcionar consejos médicos. Si tiene preguntas médicas, comuníquese con su profesional de salud.