Parkinson: ¡Las sorprendentes relaciones emocionales en la patogénesis del Parkinson!

El vínculo entre el estrés postraumático y el párkinson: Una relación inesperada

¿Sabías que el trastorno de estrés postraumático (TEPT) podría aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el párkinson? Un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association, que involucró a 8336 pacientes con párkinson, reveló que las personas que padecen TEPT tienen un 48 % más de probabilidades de desarrollar párkinson. Este porcentaje aumenta al 95 % entre personas mayores de 72 años.

Otro estudio realizado por el Departamento de Psiquiatría del Hospital General de Veteranos de Taipéi en Taiwán, que incluyó a 7280 personas, encontró que los pacientes con TEPT tenían un riesgo 246 % mayor de desarrollar párkinson. Aunque estos resultados son sorprendentes, subrayan la importancia de gestionar el trauma emocional y psicológico a lo largo de la vida.

Parte de esta investigación se centra en los veteranos de guerra, que sin duda están expuestos a traumas importantes, pero es esencial comprender que el estrés postraumático también puede derivarse de otros tipos de trauma y eventos importantes de la vida. Esto significa que la experiencia emocional de cada individuo, ya sea en un contexto personal o profesional, puede desempeñar un papel en la vulnerabilidad a ciertas enfermedades neurodegenerativas.

La importancia del estrés temprano en el desarrollo del párkinson

El trauma no es solo algo que ocurre en la edad adulta. El estrés experimentado en la infancia e incluso en el período prenatal también podría influir en el desarrollo del párkinson.

El estudio titulado Early Life Stress and Parkinson’s Disease destaca el impacto de factores como el estrés materno prenatal, la separación temprana del niño de la madre, el estrés postnatal temprano del niño y el aislamiento social del niño durante los primeros años de vida, que pueden tener consecuencias duraderas en nuestra salud mental, emocional y física. Estas experiencias, a veces olvidadas o subestimadas, pueden influir en el riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos como el párkinson más adelante en la vida.

Este vínculo entre el estrés temprano y las enfermedades neurológicas subraya la importancia del cuidado emocional desde una edad temprana. Sin embargo, es importante señalar que, incluso si estos traumas no fueron abordados o reconocidos anteriormente, nunca es demasiado tarde para tratarlos. El cuidado del bienestar emocional sigue siendo crucial en cada etapa de la vida, especialmente para quienes viven con enfermedades neurodegenerativas.

El estrés psicológico y sus efectos en la progresión del párkinson

Un metaanálisis de 11 estudios, publicado en 2016 bajo el título Integrated Review of Psychological Stress in Parkinson’s Disease: Biological Mechanisms, Symptoms, and Health Outcomes, realizado por Kim Wieczorek y su equipo, destacó el impacto significativo del estrés psicológico en la progresión del párkinson.

Los investigadores revisaron una amplia gama de estudios en modelos animales y humanos, y sus conclusiones son claras: el estrés, ya sea agudo o crónico, exacerba los mecanismos biológicos que subyacen a la pérdida neuronal en el párkinson. En otras palabras, cuanto mayor sea el estrés emocional, mayor será la pérdida neuronal, particularmente en áreas clave del cerebro como la sustancia negra, asociada con el párkinson. Este fenómeno está estrechamente relacionado con procesos como la oxidación acelerada, la inflamación crónica y la muerte celular resultante, llamada apoptosis.

Esta investigación también revela un vínculo directo entre el estrés psicológico y el empeoramiento de los síntomas motores, como temblores, rigidez muscular y movimientos ralentizados. Además, se observa un deterioro general en la salud de las personas con párkinson que están bajo un estrés significativo. Esto refuerza la idea de que los eventos traumáticos y el estrés constante pueden acelerar la progresión de la enfermedad.

Quizás hayas notado que el estrés tiende a empeorar tus síntomas, mientras que la relajación puede aliviarlos.

Otro punto crucial que destaca este estudio es el efecto del estrés sobre la dopamina. El estrés y la ansiedad no solo consumen y agotan las reservas de dopamina más rápidamente, un neurotransmisor esencial para las personas con párkinson, sino que también aumentan la vulnerabilidad de las neuronas dopaminérgicas. Al reducir los niveles de estrés, es posible ralentizar este agotamiento de dopamina, lo que ofrece una posible vía para controlar mejor la enfermedad.

Emociones tóxicas y párkinson: ¿Causa o consecuencia?

La pregunta de si las emociones tóxicas pueden ser la causa del párkinson o si la enfermedad genera emociones negativas es compleja. Ciertamente, la enfermedad resulta de una combinación de factores, que varían de una persona a otra.

Sin embargo, el vínculo emocional es innegable, como lo demuestran los estudios mencionados anteriormente. Muchas personas con párkinson informan haber experimentado problemas emocionales crónicos, a menudo mucho antes de que aparezcan los síntomas motores y se diagnostique la enfermedad. Investigaciones recientes muestran, por ejemplo, una relación entre los trastornos del sueño, incluidos los sueños severos, y el desarrollo del párkinson, visible mucho antes de que se manifiesten los síntomas clínicos.

El trauma y el estrés son parte integral de nuestras vidas. Aunque no siempre pueden evitarse, es importante comprender su impacto en el sistema nervioso. Un número creciente de investigaciones sugiere que esta conexión funciona en ambas direcciones, y precisamente este es el mensaje que queremos transmitir en este boletín.

Si el trauma o el estrés postraumático pueden acelerar la destrucción de las neuronas y empeorar el párkinson, como lo demuestra la investigación, es solo lógico que abordar las heridas emocionales pueda tener un impacto positivo en el manejo de las enfermedades neurodegenerativas.

Liberar las emociones tóxicas para vivir mejor con el párkinson

Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir el estrés y liberarnos de emociones tóxicas si las hay?

Un estudio reciente, titulado Stress and Mindfulness in Parkinson’s Disease, realizado por el equipo del Radboud University Medical Center en Nijmegen, Países Bajos, analizó los datos de 5,000 personas con párkinson y nos ofrece perspectivas fascinantes.

Este estudio destacó el vínculo entre el estrés y los síntomas de la enfermedad de Parkinson, así como las estrategias para reducir el estrés. Aquí están tres resultados clave:

a) Niveles Aumentados de Estrés en los Pacientes
Los pacientes con párkinson experimentan más estrés que las personas sanas. Sufren más de ansiedad y depresión, lo que se traduce en una calidad de vida inferior. Un fenómeno notable es la rumiación, o el exceso de pensamiento en ideas negativas, lo que exacerba el estrés. En cambio, la autocompasión emerge como un aliado valioso para gestionar mejor este estrés.

b) Amplificación de los Síntomas por el Estrés
El estrés tiene un impacto directo en los síntomas de la enfermedad, provocando un deterioro notable, especialmente en los temblores, seguido de la rigidez y la lentitud de los movimientos. Estos resultados refuerzan estudios previos que demuestran que el estrés puede agravar los síntomas motores de la enfermedad.

c) Estrategias para Reducir el Estrés
Los pacientes implementan varias estrategias para mitigar su estrés. Entre ellas, el ejercicio físico (practicado por el 83,1 % de los participantes) y las técnicas de mindfulness (atención plena) se destacan. Las personas que practican mindfulness reportan mejoras significativas en sus síntomas, tanto motores como no motores, incluidos la ansiedad y la depresión. También se observó una correlación positiva entre la frecuencia de esta práctica y la mejora de los síntomas, lo que subraya su eficacia.

La mindfulness, o atención plena, es un estado de atención activa y abierta al momento presente. Puede cultivarse mediante prácticas meditativas o simplemente observando los pensamientos, emociones y sensaciones corporales. Al aceptar estos pensamientos sin juzgarlos, se aprende a dejarlos pasar sin que se incrusten. Además, sumergirse en informaciones positivas que nos aporten alegría, ya sea de nuestro pasado, presente o futuro, puede facilitar en gran medida la gestión del estrés y las emociones. Como decía Aristóteles: “La naturaleza aborrece el vacío”; nuestra vida interior actúa de la misma manera. Por lo tanto, es esencial prestar atención a lo que elegimos introducir en ella.

Testimonios de los Usuarios de AtremoPlus sobre el Bienestar Emocional

Por nuestra parte, enfrentamos la misma complejidad que los demás investigadores para explicar todas las interacciones que sustentan las mejoras notables en términos emocionales y de estrés, que reportan regularmente los usuarios de AtremoPlus.

Hemos identificado varias hipótesis plausibles que podrían, en parte, explicar las mejoras emocionales experimentadas por nuestros usuarios. A continuación, se presenta una lista no exhaustiva de los factores que contribuyen al bienestar emocional:

1. Efectos antioxidantes y antiinflamatorios: Muchos usuarios informan una reducción del dolor, una mejora en el sueño y una mayor regeneración. Dormir mejor y sentir menos dolor son activos valiosos también para mejorar los parámetros de estrés y emociones positivas.

2. Mejoras motoras: Gracias a la absorción optimizada de la L-Dopa, facilitada por la Carbidopa, actividades cotidianas, incluso simples, como vestirse, reanudar una actividad deportiva, comer más fácilmente, escribir con mayor claridad, hablar sin tener que repetir varias veces, dar pasos más amplios, mejorar el equilibrio o levantarse con mayor facilidad, contribuyen a fortalecer la confianza en uno mismo y en un futuro mejor.

3. Mejoras cognitivas: Una mejor concentración y facultades cognitivas aumentadas también contribuyen a una mayor autoconfianza, ofreciendo a menudo a los usuarios la sensación de un cierto rejuvenecimiento cognitivo.

4. Aumento de la energía: Más energía para realizar actividades fomenta la creatividad y el deseo de socializar.

5. Papel de la noradrenalina: Este neurotransmisor, a menudo pasado por alto en la gestión del párkinson, juega un papel esencial. Planeamos dedicar un próximo número a esta molécula, que merece una exploración profunda. La ingesta de AtremoPlus está vinculada a un aumento en los niveles de noradrenalina, produciendo varios efectos positivos, incluidos los emocionales.

6. Disminución de los marcadores de estrés: Los niveles de cortisol y prolactina disminuyen, produciendo un efecto de bienestar emocional. Así, cuando los marcadores de estrés bajan y los agentes de felicidad, como la L-Dopa y la noradrenalina, aumentan, el bienestar emocional mejora indudablemente.

7. Optimización epigenética: La optimización de la expresión genética observada tras la ingesta de AtremoPlus contribuye a la regeneración de ciertos parámetros cerebrales, consolidando así el círculo virtuoso observado en nuestros usuarios.

En resumen, muchos usuarios de AtremoPlus informan de una mejora significativa en su estado emocional y una reducción del estrés, lo que se traduce en un bienestar general y un equilibrio emocional fortalecido.

También es interesante notar que algunos usuarios, al haber dejado de tomar AtremoPlus durante unos días o semanas, se dieron cuenta de la importancia de su consumo para su bienestar general y emocional.

Por último, algunas personas han notado aún más mejoras al pasar de la dosis mínima de 5 g/día a la dosis promedio de 10 g/día, es decir, dos cucharadas dosificadoras por la mañana y dos por la tarde.

Cuidar de tu bienestar emocional con estrategias simples

Para sacar el máximo provecho de la gestión emocional, es esencial adoptar hábitos de vida saludables. Aquí hay algunas estrategias a considerar:

1. Ejercicio físico regular: La actividad física es un aliado formidable para reducir el estrés y promover la salud mental. Al incorporar sesiones regulares de ejercicio en tu rutina, puedes apoyar eficazmente tu bienestar emocional. Además, muchos usuarios de AtremoPlus nos han comentado que se sienten más motivados para moverse después de comenzar a tomar nuestro suplemento.

2. Consultar a un terapeuta: En el ámbito de los expertos, hay una multitud de enfoques interesantes. Liberarse a través de la palabra con un psicólogo o terapeuta calificado puede ser un primer paso. Otras técnicas, como el EMDR, la hipnoterapia, la PNL, entre muchas otras, pueden ayudar a eliminar la carga tóxica de las emociones. Es importante encontrar un método y una persona de confianza que nos convengan.

3. Herramientas de gestión del estrés: como la meditación, el Tai Chi o el yoga, brindan un apoyo invaluable, y los estudios muestran lo importantes que son también para el párkinson. Además, actividades simples como paseos por la naturaleza o mantener relaciones sociales positivas juegan un papel crucial en la gestión del estrés.

4. Escribir como herramienta de liberación: Poner tus emociones en papel puede ser una forma poderosa de liberar sentimientos dolorosos. No dudes en escribir libremente sin preocuparte por la calidad, y luego destruir esos escritos para simbolizar tu liberación emocional. Al mismo tiempo, escribir sobre aspectos positivos y aspiraciones futuras puede fortalecer tu bienestar general.

5. Método simbólico y gratuito: el ejercicio de “Los muñecos de cerillas” (disponible en línea) puede ayudar a distanciarse de las emociones o recuerdos negativos.

Estas son solo algunas sugerencias de técnicas y herramientas entre muchas otras posibilidades. Es fundamental escuchar a tu corazón y encontrar lo que mejor funcione para ti.

Somos conscientes de que este tema no será relevante para todos, sin embargo, queríamos abordarlo para aquellos que siempre se han hecho esta pregunta en lo más profundo de sí mismos, y que tal vez encuentren respuestas.