AtremoPlus: ¿Por qué elegir L-Dopa de origen natural? (en suplemento)

AtremoPlus: ¿Por qué optar por una L-Dopa de origen natural? (como suplemento or pura)

¿Cuál es el interés de usar una L-Dopa de origen vegetal? (como suplemento o natural)
Se podría preguntar legítimamente cuál es el interés de usar una L-Dopa de origen natural y vegetal, dado que la molécula, ya sea sintética o natural, sigue siendo L-Dopa.

Para comprender mejor esta pregunta pertinente, sumerjámonos en el fascinante mundo de nuestro organismo para entender cómo reacciona ante un componente sintético en comparación con uno natural. Esta exploración nos ayudará a aclarar por qué puede ser útil usar una L-Dopa de origen natural, como en nuestro ejemplo, proveniente de la planta Vicia faba.

¿Cómo interactúa nuestro cuerpo con componentes naturales y sintéticos?

La L-Dopa sintética es, por definición, aislada y actúa sola para compensar la capacidad reducida de los neuronas responsables de la transformación de la L-Dopa en dopamina en el cerebro. La dopamina es una sustancia crucial para innumerables funciones motoras y cognitivas esenciales para nuestra vida diaria.

En el mundo natural, los compuestos rara vez actúan de manera aislada. La L-dopa extraída de Vicia faba se beneficia de la alianza armoniosa e inteligente de muchos componentes presentes en la planta, cada uno con una función específica y complementaria para optimizar la asimilación y utilización de la L-Dopa.

Para comprender mejor esta idea, imaginemos nuestro cuerpo como una fortaleza asediada por un enemigo, la enfermedad de Parkinson, con múltiples fuentes de agresión para hacer tambalear nuestros muros. La L-Dopa sintética sola podría compararse con un arquero con un ángulo de tiro específico tratando de resistir el asedio, pero solo.

Ahora, imaginemos Vicia faba con sus numerosos oligoelementos como una coalición de guerreros, cada uno con habilidades y armas únicas, colaborando estratégicamente para defender nuestra fortaleza.

El arquero (L-dopa sintética o natural) es crucial, entregando disparos precisos, pero los otros guerreros también son importantes, ya que aseguran una defensa multifacética. Algunos fortalecen los muros de la fortaleza (mejorando la absorción y favoreciendo la protección), otros actúan como protectores (minimizando lesiones y efectos secundarios), y algunos se embarcan en misiones de reconocimiento y negociación con el enemigo (apoyando el bienestar general). Juntos, forman un frente unido contra los desafíos de la enfermedad de Parkinson.

Una L-Dopa natural, actuando en equipo con otros oligoelementos, es extremadamente útil para combatir eficazmente las múltiples fuentes de agresión y tratar de restaurar un equilibrio, o incluso repeler al enemigo en cierta medida.

En lo que respecta a la enfermedad de Parkinson, la L-Dopa sintética hace un trabajo fantástico, especialmente en los primeros dos años, y su descubrimiento fue un inmenso alivio para la comunidad de personas que sufren esta enfermedad debilitante. Sin embargo, a menudo está acompañada de efectos secundarios y pierde eficacia con el tiempo, lo que requiere dosis más altas. Basta con consultar el prospecto o leer estudios bien documentados sobre este tema para comprender que su acción es sintomática y no trata los problemas subyacentes.

Ahora exploraremos detalladamente por qué este trabajo en equipo es tan importante y examinaremos algunos mecanismos fundamentales.

¡El primer desafío es que la L-Dopa llegue al cerebro!

Cuando tomamos L-dopa por vía oral, primero debe pasar por el estómago, con sus jugos gástricos, luego por los intestinos para ingresar a nuestra sangre, que luego debe transportarla al cerebro, donde se encuentra el centro de transformación de la L-Dopa en dopamina.

Sin embargo, en este camino, sufre muchas agresiones. Puede oxidarse, luego hay una serie de enzimas que convierten la L-Dopa en dopamina tan pronto como llega a la sangre, y este proceso presenta problemas.

La inteligencia evolutiva de nuestro cuerpo previó que el cerebro debía ser protegido a toda costa, ya que es precioso. Por lo tanto, se estableció una barrera hematoencefálica por delante del cerebro para filtrar los elementos que pueden ingresar. La L-Dopa, al ser una molécula pequeña, puede pasar esta barrera, a diferencia de la dopamina que es una molécula más grande.

Entonces, el desafío es ralentizar esta transformación de la L-Dopa en dopamina en la sangre (inhibotores), ya que esto la haría ineficaz y la convertiría en desecho. Para hacer esto, la L-Dopa sintética necesita otra molécula sintética, que no siempre se receta, ya que también puede tener efectos secundarios.

Por el contrario, la naturaleza, en el complejo de oligoelementos de Vicia faba, ya ha integrado naturalmente componentes que ralentizan esta transformación, permitiendo que la L-Dopa atraviese la barrera cerebral de manera prolongada para alcanzar su punto de transformación. Estos elementos, conocidos como carbio-Dopa, están presentes, entre otras cosas, gracias a los polifenoles naturalmente presentes en la planta. Esta sinergia natural podría explicar por qué la L-Dopa natural parece ser mejor tolerada y asimilada por el cuerpo que su forma sintética y produce resultados también para personas que han tenido Parkinson durante mucho tiempo. En general, la L-Dopa de origen natural, junto con su equipo de oligoelementos, es muy bien tolerada.

¡Pero la naturaleza no se detiene ahí en su enfoque sinérgico!

Este trabajo en equipo va mucho más allá. El equipo de Vicia faba, además de la L-Dopa, contiene componentes que protegen las células contra el estrés oxidativo y la inflamación crónica, considerados entre los principales agentes del envejecimiento y la degeneración. Estos componentes, como flavonoides, carotenoides, polifenoles, aminoácidos, omega-3, promueven la protección e incluso la regeneración de las neuronas estimulando lo que se llama factores de crecimiento (BDNF), como demuestran numerosos estudios científicos.

Algunas observaciones sugieren que estos oligoelementos, co-factores en Vicia faba, incluso podrían apoyar la acción de la L-Dopa sintética, entre otras cosas, al no convertirse demasiado rápido en dopamina, y así potenciar su acción.

¡Nuestro cuerpo tiene sus propios guardaespaldas!

Es interesante notar que nuestro cuerpo está bajo una vigilancia constante. A lo largo de los milenios y la evolución, nuestro cuerpo ha acumulado una enorme cantidad de datos sobre lo que le conviene y lo que no, y ha establecido un sistema de vigilancia sofisticado, similar a un grupo de guardaespaldas.

Nuestro sistema inmunológico es muy inteligente, vela por lo que puede ingresar a nuestro cuerpo y por lo que debe permanecer fuera o ser destruido. Las principales vías de intrusión son primero a través de los intestinos y las mucosas, pero también a través de la sangre y la linfa, que requieren una vigilancia constante. Luego tenemos las paredes celulares, las unidades más pequeñas de nuestro cuerpo, que dejan pasar algunos componentes y no otros. Como hemos visto, también está esta famosa barrera cerebral que filtra los componentes al ingresar a este territorio precioso.

Por otro lado, Vicia faba es una de las plantas más antiguas del mundo. Los especialistas estiman que su domesticación probablemente ocurrió entre el 7000 y el 4000 a.C., y la planta se propagó ampliamente por todo el Mediterráneo ya en el tercer milenio a.C.. Y como hemos visto, la L-Dopa de esta planta llega con su equipo de co-factores naturales, reconocidos por las diferentes unidades de nuestra guardia orgánica cercana.

Por el contrario, la molécula sintética llega sola. De hecho, para ser completamente precisos, no está realmente sola ya que está acompañada de estabilizadores y excipientes. Entonces, finalmente, la molécula sintética también llega con delegados, pero estos no siempre son reconocidos por el cuerpo y pueden ser considerados en parte como intrusos a combatir.

Al comprender esta complejidad de nuestro organismo, la idea de recurrir a una L-Dopa natural como complemento puede ser una consideración sensata.

En resumen, la L-Dopa de Vicia faba es toda una orquesta tocando la sinfonía del cuerpo con múltiples partituras. Cada componente toca la nota correcta en el momento adecuado para crear un funcionamiento armonioso. El solista, por otro lado, produce las notas necesarias, pero le falta toda la riqueza y profundidad que puede ofrecer una orquesta completa.

La ventaja de la molécula sintética radica en su capacidad para ser dosificada con precisión hasta el miligramo, lo que permite a médicos y pacientes contar con un suministro constante de L-Dopa en la vida diaria.

Por lo tanto, es esencial elegir productos naturales estandarizados en su contenido de L-Dopa, como AtremoPlus, con una dosis de 21,5 mg/g de L-Dopa. De esta manera, los lotes siempre contienen la misma cantidad de L-Dopa para garantizar una dosificación segura y regular a las personas y médicos que desean recomendarla.

Es interesante notar que la gran mayoría de los usuarios de AtremoPlus toman tanto L-dopa sintética como L-Dopa proveniente de Vicia faba como complemento. Los comentarios son excelentes, incluso de personas que han luchado contra este problema durante años, o incluso décadas, y cuyos efectos de la L-Dopa sintética han disminuido considerablemente con el tiempo.

Esta es una respuesta práctica, basada en observaciones, que sugiere que la naturaleza todavía guarda algunos secretos desarrollados a lo largo de milenios de evolución, y cuya complejidad nos cuesta entender.

La comunidad científica y médica está de acuerdo en que la L-Dopa sintética hace un excelente trabajo, especialmente al principio, pero es evidente que con el tiempo, generalmente de 2 a 5 años, su eficacia disminuye y se necesitan dosis más altas. Por lo tanto, podría ser beneficioso, especialmente en etapas avanzadas, incorporar los beneficios de la naturaleza como complemento para mejorar la calidad de vida de las personas. Además, adoptar una estrategia de protección contra el estrés oxidativo, asociado con la inflamación crónica, parece ser beneficioso en todas las etapas de este proceso de degeneración.

Esperamos que este boletín pueda contribuir a una mejor comprensión de los mecanismos increíblemente complejos y bien regulados de nuestro cuerpo, especialmente en el área de la L-Dopa y su absorción.